jueves, 25 de septiembre de 2014

Una canción de Piratas

De la poesía español del romanticismo, La Canción del Pirata, es una muestra de los valores exaltados de la época, este texto muestra la bravura de los piratas y corsarios. Publicado en 1835 en la revista El Artista, coincide con la independencia de las colonias españolas, y el reino bajo condiciones violentas en la España del s. XIX. Ya desde 1809, la Corona española sufrió descalabros en el continente americano. Guerras iniciadas por criollos y seguidas por algunos peninsulares, llevaron a la declaración de naciones independientes a las colonias españolas. El 27 de septiembre de 1821, la Nueva España, se declara como el Imperio Mexicano, y en 1824 se Constituye con un modelo republicano formado por la Unión de Estados, en donde los territorios, otrora colonizados por españoles, dejan de ser parte del reino donde no se ponía el sol. Para la Corona española, este trance le obligó a aceptar la independencia de México en 1836.

En la canción del pirata, los versos citan un velero bergantín, ligero de dos palos y con velas redondas o cuadradas. Emplea la palabra Bajel, palabra de origen catalán “vaixellque pudiera ser confundido con el nombre del pirata; sin embargo, se refiere al barco, buque, o navío, pues se usó como sinónimo del tipo de embarcación, y que se refiere a que el velero que aduce el poema es llamado El Temido.



No se sabe con certeza el nombre del capitán al mando de esta embarcación, pero su ubicación se cita en los verso al describir que a un lado del barco se encuentra Asia, y al otro Europa. La posición geográfica cita también a Estambul, Turquía, al frente del navío. Por lo que puede tratarse del mar de Mármara, Situado entre los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, separa Estambul en su lado asiático y lado europeo. Hay dos grupos de islas principales, denominadas Islas Príncipe y de Mármara. El último grupo es rico en mármol, y de ahí deriva el nombre del mar (mármaros significa «mármol», en griego).



Barbarroja 


Corsario musulmán nacido en Lesbos. Su verdadero nombre era Hayr al-Din y fue hijo del caballero otomano Yakup. Todos sus hermanos se dedicaron a la marinería, pero fueron Aruch y después Jeireddín, quienes comandaron una organización pirata que llevó a los berberiscos a controlar el comercio en el Mediterráneo bajo los auspicios del imperio turco y a convertirse en una pesadilla para el imperio español . 

Los dos hermanos Barbarroja - apelativo que les pusieron en Italia- desde Argel lucharon contra la navegación cristiana que impidió la expansión del imperio español por el Norte de África propugnada por Cisneros. Aruch, fue quien primero tuvo su propio barco, al frente del cual capturó cerca de la isla de Djerba, frente a las costas de Túnez, tres naves españolas y participó en el traslado de mudéjares desde Andalucía hasta el Norte de África. Murió en 1518 en una batalla contra los españoles que trataban de reconquistar la ciudad de Tremecén,Argelia. 

Es en ese momento cuando Jeireddín entra en escena asumiendo el papel protagonista. Lo primero que hace es pedir ayuda y refuerzos al sultán otomano Suleimán I para mantener su dominio sobre Argel, amenazado por una sublevación de la población local. Una vez sofocada ésta, Barbarroja continuó con sus maniobras de acoso a las naves cristianas, y en 1519 derrotó a una expedición al mando de Hugo de Moncada. Tras un paréntesis en 1520 durante el cual se vio obligado a replegarse para contrarrestar una nueva rebelión en Argel, combinada con un ataque desde Túnez, nuestro protagonista recuperó la iniciativa ofensiva y se lanzó con éxito a la conquista del peñón de Gibraltar, defendido por una guarnición española. Fue un varapalo para las expectativas del emperador Carlos V. 

En 1533, Barbarroja fue nombrado por Suleimán Almirante en Jefe de la flota otomana, y unió sus fuerzas con las del rey de Francia Francisco I para desen cadenar una contundente ofensiva contra Carlos V. En el curso de la misma, conquistó Túnez y saqueó las Baleares, Reggio, Niza y la costa catalana, a pesar de la oposición del almirante genovés al servicio de España Andrea Doria, a quien derrotó de forma contundente. 

Durante su mandato, Jeireddín llegó a coordinar una flota de 36 barcos con la que trasladó a 70.000 mudéjares de España en el transcurso de siete viajes para reubicarlos en Argel, que se convirtió en una plaza fuerte contra los intereses españoles. Como premio a sus servicios al Imperio Otomano, Suleimán le otorgó el título de Baylar Bey o Comandante General. Sólo la paz de Crépy, concertada entre Francia y España en 1544, puso freno a sus ataques. En sus últimos años, Jeireddín se retiró a Estambul para disfrutar de su palacio a orillas del Bósforo. Allí murió en 1546. Hoy se puede visitar su tumba en el cementerio de Besiktas de la capital turca. 




Turgut Reis

Turgut Reis (1514-1565), corsario turco y almirante otomano. Conocido en diferentes lenguajes con diferentes nombres como Dragut o Darghouth, su nombre original en turco es Turgut Reis o Torgut Reis (reis = almirante). 

Nacido cerca de Bodrum en la costa del mar egeo en Turquía, Turgut fue uno de los más famosos corsarios del imperio otomano. Fue uno de los protegidos de Khair-ad-Din Barbarroja y luchó contra los Cristianos en numerosas batallas en el mediterráneo, inundó el miedo entre sus enemigos con su ferocidad. Para derrotar a Turgut, el Emperador Carlos V envió al almirante genovés Andrea Doria contra él. Turgut fue capturado por el sobrino de Doria (Gianetti Doria) en 1540 y fue enviado a las galeras como esclavo durante cuatro años, siendo rescatado por Khair ad Din por la cantidad de 3000 ducados en 1544. 

Después de la muerte de Khair-ad-Din Barbaroja en 1546, Turgut, con 32 años, logró reunir una flota de 24 bergantines, amenazando Nápoles, conquistando la costa de Calabria, y en 1550 capturó Mahdia y parte de Túnez. 

El 25 de Mayo de 1550, como parte de su campaña de saqueo por el Mediterráneo, asaltó la villa de Cullera y consiguió un importante botín en bienes y cautivos; el suceso causó gran conmoción en la Cullera de la época y la villa quedó prácticamente despoblada durante décadas. En la cueva en que, según la leyenda, se produjo el intercambio de prisioneros, se ubica un interesante museo sobre la piratería mediterránea en el siglo XVI. 

Después de prolongados y fieras batallas, con grandes pérdidas en ambas partes, Andrea Doria y Bailiff Claude de la Sengle forzaron la retirada de Turgut en Septiembre de 1550. Turgut preparó la huida con 20 barcos a la isla de Djerba, donde los barcos de Doria le tendieron un trampa en una ensenada, pero Turgut arrastró sus barcos por tierra engrasandolos para salir al otro lado de la isla y navegar hacia Constantinopla. 

Allí Turgut movilizó una flota de 112 galeras y 2 galeazas con 12,000 Jenízaros, y en 1551 intentó la captura de Malta. Aunque puso un gran esfuerzo no pudo conquistar Malta, así que Turgut decidió devastar los poblados vecinos y, en julio de 1551, la vecina isla de Gozo también padeció el asedio por parte de Turgut, tomándola y capturando cientos de esclavos. En agosto de 1551, atacó y capturó Trípoli (Libia). Como recompensa por su bravura, el emperador otomano le entregó Trípoli y territorio circundante con el título de Sanjak Bey. 

En 1552 el Sultán Suleimán le concedió el título de comandante en jefe de la marina otomana la cual fue enviada a Italia (con el motivo de un tratado entre el Sultán Soleimán y el Rey Enrique II de Francia). Turgut devastó Calabria en 1553, lanzó un ataque contra Elba, y acosó a Bonifacio en la isla de Córcega. Cuando Bonifacio capituló, intentó captura de Piombino y Portoferraio en la isla de Elba, pero casualmente lo dejó y regresó a Constantinopla. En 1554 aparece una vez más por la costa de Calabria, pero pronto se retira Durazzo. En 1559 repele un ataque español en Algeria. 

Mientras tanto, hizo muchos enemigos, la mayoría otomanos y prácticamente soberanos del norte de África, y la mayoría de ellos finalizaron con la alianza en 1560 con el virrey Cerda de Sicilia, quien a las órdenes del rey Felipe II de España captura Trípoli. Esta campaña finaliza en fracaso cuando las tropas navales otomanas vencen a la flota siciliana y maltesa. 

Cuando el sultán Soleimán ataca Malta en 1565, Turgut unió 16,000 hombres y 15 navíos. Murió a la edad de 41 años, el 23 de junio de 1565 en el terraplén del fuerte San Elmo. Un cañonazo golpeó en la superficie cercana a él haciendo que los escombros despedidos impactaran contra Turgut hiriéndole mortalmente. Vivió lo suficiente para escuchar las noticias de la captura de St. Elmo. Su cuerpo fue enterrado en Trípoli. 

Muchos de los navíos de guerra turcos son bautizados con su nombre. 

La ciudad donde nació fue nombrada Turgutreis en honor a él.


NO TODO ES VER, TAMBIÉN ESCUCHAR ES BUENO


LA CANCIÓN DEL PIRATA
Versión de Tierra Santa



Versión completa editada por varios artistas


Versión de Mago de Oz

Canción del pirata 
Poema escrito por José de Espronceda y publicado por primera vez en la revista El Artista en 1835, apareciendo de nuevo en Poesías (1840)
Exalta a un pirata como ejemplo de personalidad que vive al margen de la sociedad despreciando las convenciones y los bienes materiales.
El protagonista tiene como máximo ideal la libertad.


Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,                
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

  La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,              
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul:

  «Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza                  
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

  Veinte presas
hemos hecho
a despecho                              
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.                             

  Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
                                        
  Allá muevan feroz guerra              
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.             

  Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de  esplendor,
que no sienta                           
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

  Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,           
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

  A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene                 
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

  En las presas
yo divido
lo cogido                                
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.                               

  Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

  ¡Sentenciado estoy a muerte!          
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.               

  Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo                          
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

  Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,             
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

  Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor                  
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

  Y del trueno
al son violento,                        
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado                                
por el mar.

  Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.»

Consultado: 24 septiembre 2014



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