De la poesía español del
romanticismo, La Canción del Pirata, es una muestra de los valores exaltados de
la época, este texto muestra la bravura de los piratas y corsarios. Publicado
en 1835 en la revista El Artista, coincide
con la independencia de las colonias españolas, y el reino bajo condiciones
violentas en la España del s. XIX. Ya desde 1809, la Corona española sufrió
descalabros en el continente americano. Guerras iniciadas por criollos y
seguidas por algunos peninsulares, llevaron a la declaración de naciones independientes
a las colonias españolas. El 27 de septiembre de 1821, la Nueva España, se
declara como el Imperio Mexicano, y en 1824 se Constituye con un modelo
republicano formado por la Unión de Estados, en donde los territorios, otrora
colonizados por españoles, dejan de ser parte del reino donde no se ponía el
sol. Para la Corona española, este trance le obligó a aceptar la independencia
de México en 1836.
En la canción del pirata,
los versos citan un velero bergantín, ligero de dos palos y con velas redondas
o cuadradas. Emplea la palabra Bajel, palabra de origen catalán “vaixell” que pudiera ser
confundido con el nombre del pirata; sin embargo, se refiere al barco, buque, o
navío, pues se usó como sinónimo del tipo de embarcación, y que se refiere a
que el velero que aduce el poema es llamado El Temido.
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No se sabe con
certeza el nombre del capitán al mando de esta embarcación, pero su ubicación
se cita en los verso al describir que a un lado del barco se encuentra Asia, y
al otro Europa. La posición geográfica cita también a Estambul, Turquía, al
frente del navío. Por lo que puede tratarse del mar de Mármara, Situado entre los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, separa Estambul en su lado asiático y lado europeo.
Hay dos grupos de islas principales, denominadas Islas Príncipe y de Mármara. El último grupo es
rico en mármol, y de ahí deriva
el nombre del mar (mármaros significa
«mármol», en griego).
Barbarroja
Corsario musulmán nacido en Lesbos. Su verdadero
nombre era Hayr al-Din y fue hijo del caballero otomano Yakup. Todos sus
hermanos se dedicaron a la marinería, pero fueron Aruch y después Jeireddín,
quienes comandaron una organización pirata que llevó a los berberiscos a
controlar el comercio en el Mediterráneo bajo los auspicios del imperio turco y
a convertirse en una pesadilla para el imperio español .
Los dos hermanos Barbarroja - apelativo que les
pusieron en Italia- desde Argel lucharon contra la navegación cristiana que
impidió la expansión del imperio español por el Norte de África propugnada por
Cisneros. Aruch, fue quien primero tuvo su propio barco, al frente del cual capturó
cerca de la isla de Djerba, frente a las costas de Túnez, tres naves españolas
y participó en el traslado de mudéjares desde Andalucía hasta el Norte de
África. Murió en 1518 en una batalla contra los españoles que trataban de
reconquistar la ciudad de Tremecén,Argelia.
Es en ese momento cuando Jeireddín entra en
escena asumiendo el papel protagonista. Lo primero que hace es pedir ayuda y
refuerzos al sultán otomano Suleimán I para mantener su dominio sobre Argel,
amenazado por una sublevación de la población local. Una vez sofocada ésta,
Barbarroja continuó con sus maniobras de acoso a las naves cristianas, y en
1519 derrotó a una expedición al mando de Hugo de Moncada. Tras un paréntesis
en 1520 durante el cual se vio obligado a replegarse para contrarrestar una
nueva rebelión en Argel, combinada con un ataque desde Túnez, nuestro
protagonista recuperó la iniciativa ofensiva y se lanzó con éxito a la
conquista del peñón de Gibraltar, defendido por una guarnición española. Fue un
varapalo para las expectativas del emperador Carlos V.
En 1533, Barbarroja fue nombrado por Suleimán
Almirante en Jefe de la flota otomana, y unió sus fuerzas con las del rey de
Francia Francisco I para desen cadenar una contundente ofensiva contra Carlos
V. En el curso de la misma, conquistó Túnez y saqueó las Baleares, Reggio, Niza
y la costa catalana, a pesar de la oposición del almirante genovés al servicio
de España Andrea Doria, a quien derrotó de forma contundente.
Durante su mandato, Jeireddín llegó a coordinar
una flota de 36 barcos con la que trasladó a 70.000 mudéjares de España en el
transcurso de siete viajes para reubicarlos en Argel, que se convirtió en una
plaza fuerte contra los intereses españoles. Como premio a sus servicios al
Imperio Otomano, Suleimán le otorgó el título de Baylar Bey o Comandante
General. Sólo la paz de Crépy, concertada entre Francia y España en 1544, puso
freno a sus ataques. En sus últimos años, Jeireddín se retiró a Estambul para
disfrutar de su palacio a orillas del Bósforo. Allí murió en 1546. Hoy se puede
visitar su tumba en el cementerio de Besiktas de la capital turca.
Turgut Reis
Turgut Reis
(1514-1565), corsario turco y almirante otomano. Conocido en diferentes
lenguajes con diferentes nombres como Dragut o Darghouth, su nombre original en
turco es Turgut Reis o Torgut Reis (reis = almirante).
Nacido cerca de Bodrum en la costa del mar egeo
en Turquía, Turgut fue uno de los más famosos corsarios del imperio otomano.
Fue uno de los protegidos de Khair-ad-Din Barbarroja y luchó contra los
Cristianos en numerosas batallas en el mediterráneo, inundó el miedo entre sus
enemigos con su ferocidad. Para derrotar a Turgut, el Emperador Carlos V envió
al almirante genovés Andrea Doria contra él. Turgut fue capturado por el
sobrino de Doria (Gianetti Doria) en 1540 y fue enviado a las galeras como
esclavo durante cuatro años, siendo rescatado por Khair ad Din por la cantidad
de 3000 ducados en 1544.
Después de la muerte de Khair-ad-Din Barbaroja
en 1546, Turgut, con 32 años, logró reunir una flota de 24 bergantines,
amenazando Nápoles, conquistando la costa de Calabria, y en 1550 capturó Mahdia
y parte de Túnez.
El 25 de Mayo de 1550, como parte de su campaña
de saqueo por el Mediterráneo, asaltó la villa de Cullera y consiguió un
importante botín en bienes y cautivos; el suceso causó gran conmoción en la
Cullera de la época y la villa quedó prácticamente despoblada durante décadas.
En la cueva en que, según la leyenda, se produjo el intercambio de prisioneros,
se ubica un interesante museo sobre la piratería mediterránea en el siglo XVI.
Después de prolongados y fieras batallas, con
grandes pérdidas en ambas partes, Andrea Doria y Bailiff Claude de la Sengle
forzaron la retirada de Turgut en Septiembre de 1550. Turgut preparó la huida
con 20 barcos a la isla de Djerba, donde los barcos de Doria le tendieron un
trampa en una ensenada, pero Turgut arrastró sus barcos por tierra
engrasandolos para salir al otro lado de la isla y navegar hacia
Constantinopla.
Allí Turgut movilizó una flota de 112 galeras y
2 galeazas con 12,000 Jenízaros, y en 1551 intentó la captura de
Malta. Aunque puso un gran esfuerzo no pudo conquistar Malta, así que Turgut
decidió devastar los poblados vecinos y, en julio de 1551, la vecina isla de
Gozo también padeció el asedio por parte de Turgut, tomándola y capturando
cientos de esclavos. En agosto de 1551, atacó y capturó Trípoli (Libia). Como
recompensa por su bravura, el emperador otomano le entregó Trípoli y territorio
circundante con el título de Sanjak Bey.
En 1552 el Sultán Suleimán le concedió el título
de comandante en jefe de la marina otomana la cual fue enviada a Italia (con el
motivo de un tratado entre el Sultán Soleimán y el Rey Enrique II de Francia).
Turgut devastó Calabria en 1553, lanzó un ataque contra Elba, y acosó a
Bonifacio en la isla de Córcega. Cuando Bonifacio capituló, intentó captura de
Piombino y Portoferraio en la isla de Elba, pero casualmente lo dejó y regresó
a Constantinopla. En 1554 aparece una vez más por la costa de Calabria, pero
pronto se retira Durazzo. En 1559 repele un ataque español en Algeria.
Mientras tanto, hizo muchos enemigos, la mayoría
otomanos y prácticamente soberanos del norte de África, y la mayoría de ellos
finalizaron con la alianza en 1560 con el virrey Cerda de Sicilia, quien a las
órdenes del rey Felipe II de España captura Trípoli. Esta campaña finaliza en
fracaso cuando las tropas navales otomanas vencen a la flota siciliana y
maltesa.
Cuando el sultán Soleimán ataca Malta en 1565,
Turgut unió 16,000 hombres y 15 navíos. Murió a la edad de 41 años, el 23 de
junio de 1565 en el terraplén del fuerte San Elmo. Un cañonazo golpeó en la
superficie cercana a él haciendo que los escombros despedidos impactaran contra
Turgut hiriéndole mortalmente. Vivió lo suficiente para escuchar las noticias
de la captura de St. Elmo. Su cuerpo fue enterrado en Trípoli.
Muchos de los navíos de guerra turcos son
bautizados con su nombre.
La ciudad donde nació fue nombrada Turgutreis en
honor a él.
NO TODO ES VER, TAMBIÉN ESCUCHAR ES BUENO
LA
CANCIÓN DEL PIRATA
Versión
de Tierra Santa
Versión completa editada por varios artistas
Versión de Mago de Oz
Canción del pirata
Poema
escrito por José
de Espronceda y
publicado por primera vez en la revista El Artista en
1835, apareciendo de nuevo en Poesías (1840)
Exalta
a un pirata como ejemplo de personalidad que vive al margen de la sociedad
despreciando las convenciones y los bienes materiales.
El
protagonista tiene como máximo ideal la libertad.
Con
diez cañones por banda,
viento
en popa, a toda vela,
no
corta el mar, sino vuela
un
velero bergantín.
Bajel
pirata que llaman,
por
su bravura, el Temido,
en
todo mar conocido
del
uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
en
la lona gime el viento,
y
alza en blando movimiento
olas
de plata y azul;
y
ve el capitán pirata,
cantando
alegre en la popa,
Asia
a un lado, al otro Europa,
y
allá a su frente Stambul:
«Navega, velero mío,
sin
temor,
que
ni enemigo navío
ni
tormenta, ni bonanza
tu
rumbo a torcer alcanza,
ni
a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos
hecho
a
despecho
del
inglés,
y
han rendido
sus
pendones
cien
naciones
a
mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos
reyes
por
un palmo más de tierra;
que
yo tengo aquí por mío
cuanto
abarca el mar bravío,
a
quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea
cualquiera,
ni
bandera
de esplendor,
que
no sienta
mi
derecho
y
dé pecho
a
mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es
de ver
cómo
vira y se previene
a
todo trapo a escapar;
que
yo soy el rey del mar,
y
mi furia es de temer.
En las presas
yo
divido
lo
cogido
por
igual;
sólo
quiero
por
riqueza
la
belleza
sin
rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo
me río;
no
me abandone la suerte,
y
al mismo que me condena,
colgaré
de alguna entena,
quizá
en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué
es la vida?
Por
perdida
ya
la di,
cuando
el yugo
del
esclavo,
como
un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el
estrépito y temblor
de
los cables sacudidos,
del
negro mar los bramidos
y
el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al
son violento,
y
del viento
al
rebramar,
yo
me duermo
sosegado,
arrullado
por
el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.»
Consultado: 24
septiembre 2014